El ácido hipocloroso (HOCl) o agua electrolizada es un antimicrobiano ideal para combatir la
contaminación en hospitales. Es un desinfectante natural, biodegradable y sustentable,
elimina hongos, virus y bacterias; es altamente compatible con el ser humano y con los
alimentos.
El HOCl no causa irritación cutánea o respiratoria, su uso permite incorporar alternativas
más seguras, naturales y sustentables para la limpieza y desinfección, ya que se puede
producir directamente en sus instalaciones, así mismo, es posible programar el nivel de PPMS
y pH del equipo en cada producción.
Nuestros equipos permiten programar la concentración de PPMS utilizando la perfecta concentración
para su aplicación tanto en la cocina y la producción de alimentos; como para la limpieza de equipo
e instrumental médico y quirúrgico, camillas de transporte, bandejas de instrumentos, teclados de
computadoras, teléfonos, superficies textiles y ropa hospitalaria, zonas de archivos, equipos de
diagnósticos, quirófanos, suelos y baños.
En los hospitales conviven pacientes con diferentes patologías y enfermedades. Un problema constante
es evitar infecciones provocadas por diferentes virus o bacterias; por ello, durante el protocolo de
nuevos ingresos, altas y atención médica clínica es necesario aplicar un estricto proceso de
limpieza y desinfección.
De igual manera, las cocinas de hospital deben mantener altos estándares de seguridad en la
elaboración, y distribución de alimentos; además, deben garantizar la inocuidad de los alimentos ya
que cuentan con un público muy susceptible a posibles intoxicaciones o contaminaciones de otras
bacterias virus y hongos, por lo que es elemental que se mantenga un estricto protocolo de higiene.
En los hospitales hay una clasificación de zonas en función de la carga de bacterias, virus y hongos
presentes, esta clasificación puede variar en cualquier momento basados en el criterio de contagio,
retención, o confinamiento de un ambiente o área específica:
Zonas de bajo riesgo: Son aquellas con una presencia menor al 20% de bacterias,
dentro de ella están los pasillos, las zonas administrativas, las salas de espera y todas aquellas
zonas donde no se lleva a cabo una actividad sanitaria o farmacéutica..
Zonas de riesgo medio: LLa carga bacteriana de estos espacios se sitúa entre un
20-60%. Suelen ser áreas de atención a los pacientes o de tratamiento donde se lleva a cabo una
actividad médica no invasiva.
Zonas críticas o de alto riesgo: La carga bacteriana de estas áreas es superior al
60%.
Se incluyen quirófanos, salas blancas, urgencias, habitaciones de aislamiento y laboratorios.
Es posible incorporar el agua electrolizada en sus protocolos de desinfección mediante rociadores,
nebulizadores en frío, así como en la limpieza manual y general. Así mismo, se puede aplicar a
través de pulverizadores a presión para desinfectar equipos, superficies duras y áreas críticas de
contaminación.