Dentro de los efectos negativos que afectan directamente a la producción avícola se
encuentran: la reducción de la ingesta de alimento, la disminución de la ganancia de peso,
la inmunidad afectada, el daño a órganos, el aumento de mortalidad y la inflamación crónica
del intestino.
Cuando existe la presencia de aviaries, es importante que todas las instalaciones participen
y cuenten con programas análogos que permitan reducir el riesgo de contagio y dispersión de
enfermedades.
Algunas enfermedades son más específicas de la granja, por ejemplo, el E. Coli o la
Bordéatela, y no se diseminan fácilmente,
mientras que otras como la Influenza aviar, la enfermedad de Newcastle y las micoplasmas se propagan
fácilmente de una explotación infectada a otra y requieren los esfuerzos de todas las granjas
contaminadas para poder eliminar estos agentes.
La enfermedad resulta de la interacción entre las aves, el agente patógeno y el medio ambiente.
El sector avícola está relacionado directamente con la alimentación humana, y por tanto debemos ir
al corriente de las tendencias mundiales para este rubro, los aspectos más importantes para tener en
consideración a este respecto son: el bienestar animal, la resistencia a los antibióticos, la
inocuidad alimentaria, la huella de carbono y el impacto ambiental. Esta información debe ser
abierta al público para poder determinar el uso y los niveles de los aditivos que van a ser
incorporados en la producción.
En los últimos años se ha comenzado a considerar la alimentación animal sostenible, que involucra
todos los factores mencionados anteriormente y la aplicación de productos naturales, ecológicos,
biodegradables para prevenir y combatir enfermedades en las granjas avícolas.
Las condiciones en las que se almacenan los insumos utilizados para el consume de aves en cada
granja determinan la baja o alta contaminación por agentes patógenos, lo cual afectan la digestión
de las aves dentro de la granja.
Cuando los hongos encuentran un lugar apropiado para proliferar, producen micotoxinas como mecanismo
de defensa y para posicionarse en el medio (alta competencia por los nutrientes y espacio), el HOCl
permite estabilizar estos riesgos al suministrarse continuamente, nuestros equipos permiten producir
los volúmenes necesarios en sitio por una fracción del costo de cualquier otro producto químico.